El gneis es una roca metamórfica de alto grado, originada en la mayoría de las ocasiones a partir del metamorfismo de la roca ígnea plutónica granito; sin embargo, muchos gneises se forman a partir del metamorfismo de alto grado de lutitas (representan la última roca de la secuencia pizarra-filita-esquisto-gneis). Autor: Siim Sepp.
El metamorfismo es un proceso que produce cambios en la mineralogía y/o la textura de una roca en estado sólido («meta» significa «cambio» y «morph«, «forma»), dando lugar a lo que se conoce como roca metamórfica. El proceso se debe al reajuste de la roca a unas condiciones físicas diferentes a las reinantes en el momento en que la propia roca se formó y que, además, son distintas a las condiciones físicas imperantes en la superficie de la Tierra y durante la diagénesis, con una presión y una temperatura por lo general muy elevadas. La intensidad de la transformación mineralógica producida durante el metamorfismo se hace mediante grados que abarcan todo el ámbito de presiones y temperaturas posibles, reconociéndose el grado muy bajo, bajo, medio y alto.